Biofertilizante

El mercado cada vez demanda más productos orgánicos, o productos que no degradan el medio ambiente. Por lo que cada día es más frecuente que los productores se preocupen por la sostenibilidad de su actividad productiva. Se ha demostrado que los fertilizantes biológicos permiten reducir los costos de producción e incrementar los rendimientos, factores indispensables para enfrentar la competitividad que impone el mercado actual. 

Por otra parte, su uso reduce el impacto ambiental, sobre todo la contaminación del suelo. Los biofertilizantes son productos a base de bacterias, que viven asociados o en simbiosis con las plantas y ayudan a su proceso natural de nutrición, además de ser regeneradores de suelo. En particular, los biofertilizantes permiten las siguientes funciones principales:

  1. Fijadores de nitrógeno del medio ambiente para la alimentación de la planta. 
  2. Protectores de la planta ante microorganismos patógenos del suelo. 
  3. Estimulan el crecimiento del sistema radicular de la planta. 
  4. Mejoradores y regeneradores del suelo. 
  5. Incrementan la solubilización y la absorción de nutrientes como el fósforo, que de otra forma no son de fácil asimilación natural por la planta.
  6. Incrementan la tolerancia de la planta a la sequía y a la salinidad. 

La biofertilización evita un alto costo económico para el productor y un impacto negativo para el ambiente en contraposición a los fertilizantes químicos nitrogenados, que demandan un consumo de combustibles fósiles, una alta emisión de dióxido de carbono a la atmósfera e incidencia en el equilibrio de los ecosistemas. 

La biofertilización evita un alto costo económico para el productor y un impacto negativo para el ambiente en contraposición a los fertilizantes químicos nitrogenados, que demandan un consumo de combustibles fósiles, una alta emisión de dióxido de carbono a la atmósfera e incidencia en el equilibrio de los ecosistemas.

Fertilizante químico

La producción de fertilizantes inorgánicos es un proceso industrial que consume grandes cantidades de energía; de hecho, alrededor del 2 % de la producción energética mundial se destina a la fabricación de fertilizantes, principalmente nitrógeno y fosfato 

Si bien los fertilizantes químicos brindan nutrientes a las plantaciones agrícolas, si se abusa de ellos, pueden suponer un peligro para el medio ambiente. Y es que el excedente de nutrientes contamina suelos y aguas. 

Algunos de los efectos ambientales más comunes incluyen:

  1. Contaminación del agua: Los fertilizantes químicos pueden filtrarse a través del suelo y contaminar los acuíferos y otros cuerpos de agua. Esto puede causar la proliferación de algas y otros organismos acuáticos que pueden asfixiar la vida acuática y causar problemas de calidad del agua. 
  2. Pérdida de suelo: El exceso de fertilización puede causar la erosión del suelo, lo que puede hacer que el suelo sea menos fértil y más difícil de cultivar. 
  3. Emisiones de gases de efecto invernadero: La producción y el transporte de fertilizantes químicos pueden generar emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, que contribuyen al cambio climático. 
  4. Pérdida de biodiversidad: La intensificación de la agricultura con el uso de fertilizantes químicos puede contribuir a la pérdida de hábitats naturales y a la reducción de la biodiversidad. 
  5. Efectos sobre la salud humana: El exceso de nutrientes como nitratos y fosfatos en el agua potable puede ser peligroso para la salud humana. 

HIGHLIGHT: Los fertilizantes químicos nitrogenados, demandan un consumo de combustibles fósiles, una alta emisión de dióxido de carbono a la atmósfera e incidencia en el equilibrio de los ecosistemas 

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